Un recorrido por los caminos de mi patria, que son los caminos de mi alma, un alma que subirá al cielo vestida con el lamento de la marimba y que se alimentará del recuerdo, de lo que fue, de lo que es y lo que será. Un alma que aplastará con su risa al olvido, que vivirá por siempre acurrucada en el regazo de una inspiración que se llama GUATEMALA.