Sus nombres son sinónimo de historias, cuentos, anécdotas populares, o lo que, coloquialmente, nosotros los chapines damos en llamar "Chistes y Charadas", por lo cual, al escucharlos nos parecen tan familiares como si fueran
nuestros tíos o vecinos.
Sin embargo, a pesar de que estos personajes ya forman parte de la tradición guatemalteca y a los que muchos consideran imaginarios, en realidad fueron hombres de carne y hueso que
caminaron un día por alguna calle del país, tuvieron familia, casa y
trabajo.
Pero su forma de ser, o un rasgo muy particular, los hizo quedarse en la memoria de aquellos que los conocieron, y fueron éstos por medio de la tradición oral, los que se encargaron de inmortalizarlos.
Pero su forma de ser, o un rasgo muy particular, los hizo quedarse en la memoria de aquellos que los conocieron, y fueron éstos por medio de la tradición oral, los que se encargaron de inmortalizarlos.
“Son parte del anecdotario tradicional”, dice el historiador Celso
Lara.
Existieron y tuvieron una vida. “Ellos se han perpetuado al igual que las leyendas, porque se fundamentan en los consejos y las moralejas que dejan”, comenta.
Existieron y tuvieron una vida. “Ellos se han perpetuado al igual que las leyendas, porque se fundamentan en los consejos y las moralejas que dejan”, comenta.
REVISTA DOMINGO
Julieta Sandoval
Julieta Sandoval

Don Eusebio Ibarra, un hombre acaudalado y muy reconocido que vivió en
Quetzaltenango.
Entre sus propiedades que aún se conocen está una edificación que hizo
para un teatro llamado Ibarra; debido a que no funcionó la convirtió en
su casa, ahora es la prisión de mujeres.
La Policía Nacional Civil ocupa otra de sus viviendas.
El historiador Horacio Cabezas dice que fue una figurada creada, a
principios del siglo XX, para ridiculizar a Eusebio Ibarra, quien a
pesar de ser adinerado era ingenuo; de ahí surgen los
chascarrillos.
En la ciudad altense se dice que su apelativo se originó porque éste
heredó en vida todas sus propiedades a sus tres hijos. Al preguntarle la
razón, simplemente respondía: “Por Chebo”.
El historiador e investigador quetzalteco Francisco Cajas Ovando lo
describe como un hombre de 1.70 metros, aproximadamente, complexión
delgada y con mucha clase.
Siempre vestía traje de casimir y sombrero. Usaba un bigote propio de
su época.
La inscripción en su tumba, en el cementerio de Quetzaltenango,
es difícil de leer, pero todos saben que ahí descansan los restos
de Don Chebo.
El humor especial que tienen para responder de una forma oportuna es
el culpable de que se les considere unas personas divertidas.
Los huitecos se divierten en sus reuniones, cuando hablan de
anécdotas que les han sucedido a ellos o a sus vecinos, pero alguien
de fuera no lo entendería, porque no conoce el contexto.
El mote de los huitecos como “tontos” es muy conocido, algo que
ellos no aceptan.
Es así como Huité ha entrado en el esquema de la nación, pero no como el ejemplo a seguir, sino como un paria, un excluido, por no entender la modernidad y por ser muy rural.
Es así como Huité ha entrado en el esquema de la nación, pero no como el ejemplo a seguir, sino como un paria, un excluido, por no entender la modernidad y por ser muy rural.
José María Orellana, más conocido como Tío Chema
Nacido en Estanzuela,era un hombre alto, blanco y fuerte.
Siempre fumaba puro y descansaba en su hamaca, algo común en
oriente. Una persona muy franca, a quien no le gustaba la
hipocresía.
José María Orellana vivía a la orilla del río Motagua, cerca del
kilómetro 145.
Era una de esas casas típicas del área rural, con paredes anchas y de
barro. Al llegar al lugar y preguntar por el terreno de Tío Chema,
cualquiera sabe dónde está, pero la vivienda es sólo un recuerdo, pues
el Mitch y el Stan la derribaron.
Este hombre que los libros de historia registran como un caudillo y
del que se cree nació en Sanguayabá, Palencia, pero sin determinarse
la fecha, ha perdurado a través de los años por la frase tan
célebre: “En los tiempos de Tatalapo”.
El día y año de su muerte sí se conocen, la noche del 23 de enero
de 1870, por considerarse un hecho importante, ya que participó en
una de las batallas libradas después de la Independencia.
Serapio Cruz fue asesinado al ser sorprendido, en Palencia, por
fuerzas gubernamentales después de haberse levantado en contra del
presidente Vicente Cerna (1865-1871).
Los vencedores mutilaron su cuerpo y colgaron su cabeza en la ceiba
de la plaza, después la trasladaron a la ciudad de Guatemala donde
la pasearon como trofeo de guerra.
Cruz fue mariscal de la época y se le conoció como Tatalapo. El
historiador Miguel Álvarez explica que se le miraba como
superior y en ese entonces quienes tenían alta jerarquía eran
llamados “Tata” por los subalternos.
Pero la frase: “En los tiempos de Tatalapo” corresponde a que
su vida y muerte marcaron algo importante en la sociedad de esos
años.
Ella resumía todo lo ocurrido, pero después ya no sólo se
refería a esa época, sino llegó a tener el significado de
tiempos lejanos.
Así, se emplea cuando, por ejemplo se dice: “Tú eres del tiempo
de Tatalapo”, lo cual denota que es una persona mayor.
![]() |
LA CHABELA |
HUELGA DE DOLORES
En 1921, un grupo de estudiantes universitarios, principalmente
de Derecho y Medicina, deseosos de un canto de guerra del estudiantado,
se reunieron para nombrar una comisión que se encargara de
componerlo.
Entre los que estuvieron presentes se encontraban Joaquin “La Chinche” Barnoya y Epaminondas Quintana.
La comisión fue integrada por los estudiantes Miguel Angel Asturias,
Alfredo Valle Calvo, Jose Luis Balcarcel, y David Vela.
En la primera plática puramente informal, Alfredo Valle Calvo improvisó
el coro: Matasanos practicantes, del emplasto fabricantes...
Convinieron reunirse en la Facultad de Derecho. Los primeros en llegar
fueron Alfredo Valle Calvo y David Vela, quienes se encerraron en el
penúltimo salón del corredor del ala izquierda de la Facultad de
Derecho.
Iniciaron el trabajo y bautizaron el canto en formación con el nombre de CHALANA, por dos razones: la primera, para hacer resaltar su carácter
popular, porque en ese entonces a las señoras locatarias del mercado se
les llamaba chalanas; y la segunda, por la ironía de la palabra, pues
chalán o chalana, es, en España, la persona que trata con
caballos o se ocupa de ello.
David Vela propuso que el canto hiciera referencia a los
principales males de la Patria: políticos, curas, militares y ambos
iniciaron La Chalana con el coro improvisado por Valle Calvo y dieron
forma a las tres primeras estrofas.
En este estado el trabajo, se presentó a Miguel Angel Asturias, quien
formuló la cuarta y última estrofa, cerrando con broche de oro la
canción de guerra de los estudiantes Copia de la canción se entregó a
José Castañeda, recién llegado del extranjero, quien lleno de entusiasmo
y urgido por los estudiantes que deseaban estrenar la canción en la
próxima huelga, comenzó a trabajar inmediatamente.
José Castañeda, concentrado en el trabajo, iba por la calle tratando de
encontrar el tema apropiado a la canción, por lo que algunos pensaron
que estaba un poco loco; pero se sentó a escribir y la música de La
Chalana salió casi en forma improvisada.
Los estudiantes buscaron entonces a don Gabino Juárez, conocido solo
por Gabino, propietario y director de la marimba Ideal Club, conjunto
musical que interpretó por primera vez La Chalana y compartió las
alegrías y las luchas estudiantiles que azotaban con bastante
irreverencia a los políticos de entonces.
Se hace especial énfasis en que son distintas La Chalana y La Chabela;
la primera es el himno huelguero y la segunda es el esqueleto.
En 1921 la AEU acuerda editar el No Nos Tientes, periódico
estudiantil, únicamente con ocasión del Viernes de Dolores.
Ese año también, el pintor y estudiante de medicina Hernan Martínez
Sobral crea la famosa Chabela, organizan la primera marcha estudiantil,
precursora de los actuales desfiles bufos. La Chabela, emblema
huelguero, aparece por primera vez.
Una de las primeras frases utilizada por los huelgueros, en relación a
La Chabela fue:
- Dios te salve por siempre Chabela inmortal pues en ti nuestra
historia es-...
LA CHALANA
CORO
Mata-sanos practicantes,
del emplasto fabricantes,
güisachines del lugar,
estudiantes:
en sonora carcajada
porrumpid. Ja. Ja.
Sobre los hediondos males
de la patria, arrojad flores
ya que no sois liberales
ni menos conservadores:
malos bichos sin conciencia
que la apresan en sus dientes
y la chupan inclementes
la fuerza de su existencia.
CORO
Mata-sanos practicantes,
del emplasto fabricantes,
güisachines del lugar,
choteadores:
en sonara carcajada
porrumpid. Ja. Ja.
Reid de los liberales
y de los conservadores.
Nuestro quetzal espantado
por un ideal que no existe
se puso las de hule al prado
más mudo, pelado y triste;
y en su lugar erigieron
cinco extinguidos volcanes,
que un cinco también se hundieron
bajo rudos ya (taganes).
CORO
Mata-sanos practicantes,
del emplasto fabricantes,
güisachines del lugar,
hermanitos:
en sonora carcajada
porrumpid. Ja. Ja.
Reíd de los volcancitos
y del choteado quetzal.
Contemplad los militares
que en la paz carrera hicieron;
vuestros jueces a millares
que la justicia vendieron;
vuestros curas monigotes
que comercian con el credo
y patrioteros con brotes
de farsa, interés y miedo.
CORO
Mata-sanos practicantes,
del emplasto fabricantes,
güisachines del lugar,
malcriadotes:
en sonora carcajada
porrumpid. Ja. Ja.
Reíd de la clerigalla,
reíd de los chafarotes.
Patria, palabrota añeja
por los largos explotada;
hoy la patria es una vieja
que está desacreditada.
No vale ni cuatro reales
en este país de traidores;
la venden los liberales
como los conservadores.
CORO
Mata-sanos practicantes,
del emplasto fabricantes,
güisachines del lugar,
muchachada:
de la patria derrengada
riamos. Ja. Ja.
Autores:
Miguel Angel Asturias,
Alfredo Valle Calvo,
David Vela,
José Luis Barcárcel
La música por el Maestro José Castañeda
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Lencho Patasplanas |
Famoso pedófilo e infanticida guatemalteco y ese era su apellido.
Miculax fue capturado en la década de los cuarenta, por haber
sembrado el terror entre los niños, a quienes violaba y asesinaba.
Al ser capturado, Miculax fue condenado a muerte.
Su cerebro fue objeto de estudio en la Facultad de Medicina de la
Universidad de San Carlos, para verificar si había algún tipo de
patología en este tipo de "desviaciones".
Al final, su cabeza fue robada. El compañero cómplice de Miculax,
también fue capturado y condenado a cárcel.
En prisión, se convirtió al protestantismo. Al salir,
se cambió el nombre y se volvió pastor evangélico; nunca más se supo
de él.
José María Miculax Bux fue un asesino en serie que entre los meses de
enero a abril del año 1946 dio muerte en compañía de su primo Mariano
Macú Miculax a entre 14 y 15 niños y adolescentes, después de abusar
sexualmente de ellos y mientras les asfixiaba utilizando una cuerda
con la que ataba las manos y el cuello de sus víctimas.
Miculax fue fusilado mediante un procedimiento abreviado, impulsado
durante el gobierno de Arévalo y motivado por la alarma de la sociedad
de aquellos días.
|
Captura de Miculax |
Fue a finales del mes de abril, cuando por fin, tras la descripción
proporcionada por una anciana, que se capturó el día 26, a Miculax y
posteriormente, el 27 en La Antigua, a su primo Mariano, no sin antes
haber realizado, la policía, dos detenciones previas que resultaron
erróneas.
José María Miculax confesó sin dificultad ante el Juez 5º de Paz sus
crímenes, señalando a Mariano como su cómplice, éste a su vez, negó
los hechos, pero tras un careo las autoridades notaron las
inconsistencias y le inculparon también.
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Lugar donde fue capturado Miculax, en el Zoológico La Aurora |
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Mariano Macú, primo de Miculax y cómplice |
La ejecución fue pública, a ella asistió una multitud que se dio cita
frente a la pared exterior del Cementerio General, allí Miculax bebió
sus dos últimos “octavos” y recibió asistencia espiritual.
Momentos antes de ser acribillado por el pelotón gritaba que quería
hablarle a los presentes insistiendo en que él solo había matado a
cuatro y su primo al resto y a éste lo dejaban vivo.
La leyenda del asesino en serie se incrementó, cuando con
posterioridad, al fusilamiento la facultad de Medicina de la
Universidad de San Carlos decidió hacer estudios del cadáver y en
particular de la cabeza del criminal, para lo cual fue retirada del
cuerpo, hasta que en los años noventa se reportó que la misma había
sido robada.
Doña Concepción Ramírez, nació en Santiago Atitlán el 8 de marzo de
1942 en el cantón Tzanjuyú.
En el año 1959, una comisión fue nombrada para ir a Santiago
Atitlán para buscar y fotografíar a la mujer indígena más bonita
que encontraran.
Doña Chonita, como la conocen sus vecinos, tenía 17 años y ella fue
elegida por esta comisión para ser grabada en la moneda de 25
centavos.
Gracias al Acuerdo Gubernativo número 791-97 doña Chonita ha podido
destacar a nivel nacional e internacional, siendo homenajeada
por varias entidades.
La moneda de 25 centavos que usamos en Guatemala, también es conocida
como “choca” porque cuando la fotografía de doña Chonita fue
esculpida en la moneda, solo se le veía un ojo, y esa fue la razón por
la cual se le empezó a llamar “choca”.
Principalmente porque en Guatemala, de forma coloquial se le dice
“choco” a una persona que no ve bien.
La moneda de 25 centavos fue muy popular entre los niños de los años
80, principalmente porque era la cantidad de dinero que los padres les
daban para el recreo de la escuela.
A Caballo Rubio se le solía ver pasar cargando en la cabeza un enorme y
pesado canasto con verduras o fruta, el paso apresurado y viendo de
reojo por dónde caminaba e iba.
Podía ser que viniera del Mercado Central o de La Placita y sólo él
sabía a dónde y a quién tenía que entregar su pesada encomienda.
Pareja de hermanos, “inseparables y siempre del brazo”
La singular pareja vivía más allá de la Aduana Central, por el Barrio del Tuerto, de donde bajaban diariamente por la Calle de la Merced, atravesando el callejón Delfino, rumbo al Parque Central.
La singular pareja vivía más allá de la Aduana Central, por el Barrio del Tuerto, de donde bajaban diariamente por la Calle de la Merced, atravesando el callejón Delfino, rumbo al Parque Central.
Caminaban ligero y ambos vestían levita negra, descoloridas y raídas
por el uso, y corbatas gruesas de vivaces colores.
El mayor de los hermanos llevaba siempre un combo en la cabeza y tenía
mucha labia para cortejar a las muchachas.
El menor, de mirada gacha y taciturna debido a una enfermedad mental de
nacimiento, dependía para todo de su hermano y llevaba un sombrero
pandereta de paja, muy de moda en Guatemala por los años 20.
Se les miraba siempre atareados, como llevando prisa, con papeles o canastos en la mano y muchas veces se les distinguía por llevar una rosa o clavel rojo en la solapa, obsequio de alguna locataria del mercado central.
Se les miraba siempre atareados, como llevando prisa, con papeles o canastos en la mano y muchas veces se les distinguía por llevar una rosa o clavel rojo en la solapa, obsequio de alguna locataria del mercado central.
El día entero lo pasaban en el parque, lugar en donde se reunían todos
los vecinos por la tarde, a caminar alrededor, o a oír la banda y
compartir chismes.
Desde temprano se les miraba allí, sentados uno al lado del otro, bajo
la sombra de un matilisgüate, en la misma banca, esperando el paso de
las colegialas.
Entonces, el mayor de los Chocanitos, bueno para el arte de las
palabras y de la poesía, se le quedaba viendo a los ojos a las más
coquetas,
y presto les decía,
“Usted es más bonita que la Niña de Guatemala, la que murió de
amor”, o le recitaba un poema de su propia cosecha.
De allí el mote de Chocanitos, en parodia al poeta modernista José
Santos Chocano, tan de moda en la Guatemala de Estrada Cabrera.
Federico y Rafael Aragón Carrera, los Chocanitos, estuvieron siempre
juntos y fue tal esta costumbre que ni la muerte los pudo separar, ya
que Federico murió de tristeza al poco tiempo después de muerto su
chocanito, Rafael.
ROBERTO ISAAC "TATA DIOS"
Roberto Isaac Barrillas, alias "Tata Dios" fue el arma de
represión del gobierno de Ubico contra los presos políticos que pasaron
por la Penitenciaría Central.
Este famoso personaje pasó la mayor parte de su vida en la cárcel (
múltiples asesinatos bajo efectos del alcohol), siendo cómplice del
gobierno para torturar y matar a quienes les estorbaban a
Ubico.
Murió de un ataque al corazón cuando tenía ya más de 50 años, entre
finales de los años 40 y principios de los 50.
MANUEL NORIEGA MORALES
FUNDADOR DEL BANCO DE GUATEMALA
La época en que ocupó un lugar importante en la historia monetaria y
bancaria de Guatemala fue de 1944 a 1954.
Noriega Morales asistió como único representante de Guatemala a la
Conferencia Monetaria y Financiera en Bretton Woods, Nueva Hampshire,
del 1 al 22 de julio de 1944. En ese entonces se encontraba haciendo
estudios de posgrado en la Universidad de Harvard, en Boston,
Massachussets. Bretton Woods y Boston se encuentran a dos horas y
media de trayecto por carro.
Esa Conferencia se llevó a cabo en el hotel Mount Washington, de 300
habitaciones, situado en una zona hotelera dedicada al descanso y al
entretenimiento, a las faldas del Monte Washington. Asistieron 44
representantes de países, y entre delegaciones y acompañantes se
reunieron 700 personas.
Manuel Noriega Morales regresó a Guatemala, y en el gobierno del
presidente Juan José Arévalo, que se inició el 15 de marzo de 1945,
fue nombrado secretario de Economía y Trabajo.
En este cargo, procedió a dirigir la reforma monetaria y bancaria de
1946. Este último año es el período en que se puso en vigor la nueva
legislación respectiva, aun cuando los estudios se hicieron a lo largo
de 1945 y tres de las cuatro leyes fueron aprobadas a finales de este
año.
La Reforma Monetaria y Bancaria de 1946 se llevó a cabo con éxito,
contando con la asesoría de expertos que habían facilitado el Banco
Central Norteamericano, y otras personas extranjeras y
nacionales.
Carlos O. Zachrisson Padilla
Nació en la ciudad de Guatemala el 14 de septiembre de 1879 en el
hogar de Carlos E. Zachrisson y Clara Padilla. Fue ministro de
Hacienda durante los gobiernos de José María Orellana (1922-1926) y
Lázaro Chacón (1926-1929).
Dirigió la conversión monetaria de 1924, mediante la cual se
estableció el patrón oro y la paridad del quetzal con el dólar
estadounidense.
Contribuyó a la creación de la caja reguladora y, posteriormente, a
la constitución del Banco de Guatemala. Para esa labor contrató los
servicios del economista Enrique Martínez Sobral.
Fue alcalde metropolitano en 1923.
Rodolfo Galeotti Torres fundió, en bronce, el busto de Zachrisson, y
por ser este último uno de los fundadores del Banco Crédito
Hipotecario Nacional de Guatemala, la citada escultura se encuentra
ubicada en el edificio del citado ente bancario.
Murió en la ciudad de Guatemala, el 14 de enero de 1956.
Por su significativa labor económica y reconversión de la moneda su
rostro ha quedado plasmado en el billete de Q50.
JULIO PIEDRA SANTA
Editorial y Librerías Piedra Santa fue fundada en 1947 por dos
maestros emprendedores, Oralia Díaz y Julio Piedra Santa Arandi,
quienes apenas iniciada la Revolución de Octubre (1944-1954)
aprovecharon el entusiasmo generalizado que se dio en torno a la
educación y a la dignificación del magisterio nacional.
Ambos renunciaron a sus empleos y se dedicaron a la edición de
material didáctico, textos escolares y literatura.
Esta empresa llegó a tener gran influencia en la educación
guatemalteca, a partir de la segunda mitad del siglo XX y su origen
marca el inicio de la industria de material didáctico, libros de texto
y la formación profesional docente en Centroamérica.
En la actualidad, Editorial y Librerías Piedra Santa se encuentra
asentada en Guatemala y El Salvador; mantiene su característica de
empresa familiar, ahora operada por la 3ª. generación.
Julio Piedra Santa Arandi (1920-2003), fundador de la empresa que
lleva su nombre. Reunió singulares y extraordinarios talentos
como maestro, ilustrador e investigador; fue el autor e ilustrador de
cientos de “hojitas”, mapas escolares y material didáctico con el que
estudiaron varias generaciones de alumnos. En 1981, la Facultad de
Humanidades de la Universidad de San Carlos le confirió su máxima
distinción, el Diploma de Emeritíssimum, “considerando los
sobresalientes méritos en el campo artístico y pedagógico, como
creador de material didáctico para servicio de la educación
nacional”.
Fusilamiento de Eduardo Felice Luna
Al llegar a viernes sin juicio que condenara o exculpara, El Imparcial
tituló “El crimen de la novena avenida quedó totalmente esclarecido”.
Relataban la captura de Eduardo Felice, a la 1:30 de la mañana, en casa
de Eloísa Velásquez, La Locha; el arresto de Juan Emilio Blanco y de
Cayetano Asturias –hasta entonces, un perfecto desconocido para los dos
amigos– junto a otros cinco supuestos coautores del crimen.
A una semana del triple homicidio, la Policía hizo una reconstrucción
de los hechos con los supuestos autores materiales: Asturias, Blanco
(sobrino político de la víctima) y Felice, quienes colaboraron ante la
mirada de cientos de espectadores.
En el juicio se alegó coacción de la autoridad para hacer y decir lo
que les obligaron, según su defensa, porque los habían torturado. Eloísa
contrató para su amante, Eduardo Felice, al mejor abogado, Adán
Manrique Ríos.
Fue clara con el jurista: “Q10 mil, si le salva la vida”. Hizo cuanto
pudo, hasta hablar con el juez a cargo: “¿Cómo cree usted que Eduardo
mataría por un anillo –le dijo, a tiempo que tiró sobre la mesa el
contenido de un cofre–, si aquí hay diamantes, rubíes, esmeraldas...
todas de él, de su familia?”.
El anillo al que hacía referencia era la evidencia encontrada a
uno de los detenidos.
También se involucró al chofer de Eloísa, quien, según la Policía, condujo para los ocho sindicados en el auto de la Madame. “Es cierto, a Eduardo lo recogió el chofer en la legación (como llamaban a las embajadas) de Francia, sobre la avenida La Reforma; había ido a cenar por invitación del diplomático”, la otra versión que conocieron después los Luna.
También se involucró al chofer de Eloísa, quien, según la Policía, condujo para los ocho sindicados en el auto de la Madame. “Es cierto, a Eduardo lo recogió el chofer en la legación (como llamaban a las embajadas) de Francia, sobre la avenida La Reforma; había ido a cenar por invitación del diplomático”, la otra versión que conocieron después los Luna.
Al cabo de 10 meses, el veredicto no fue “culpable” sino “posible
autoría”, mas la sentencia dictada el 19 de agosto de 1931 fue la pena
capital. Era el precedente perfecto que Ubico necesitaba para mostrar su
mano dura, aún con la “clase alta”.
Horas antes que lo fusilaran pidió a los policías algo para cobijarse
porque sentía frío y podía resfriarse, bromeó Eduardo. Los periódicos
acompañaron los textos que informaron a detalle el fusilamiento con
fotografías previas al momento en que le quitaron la vida el 2 de mayo
de 1931, el cumpleaños de Eloísa.
Fueron fusilados en público, frente al paredón del Cementerio General,
al tope de la 22 calle de la zona 3
Eloísa Velásquez murió el 9 de enero de 1983. Fue enterrada a escasos metros de su amante, pero la muerte también les fue adversa, porque su familia trasladó sus restos a otro camposanto.
Eloísa Velásquez murió el 9 de enero de 1983. Fue enterrada a escasos metros de su amante, pero la muerte también les fue adversa, porque su familia trasladó sus restos a otro camposanto.
INCENDIO EN EL MANICOMIO
Un incendio redujo a escombros un manicomio atestado de enfermos en
el centro de esta capital, causando la muerte de 225 personas y
heridas a otras 300.
Entre las víctimas, figuraban 175 hombres y 50 mujeres, que en su
mayoría perecieron carbonizados o víctimas de asfixia.
El manicomio, institución administrada por el Gobierno como parte del
Hospital General, albergaba a 1.600 dementes. El director del plantel
había protestado porque el local estaba repleto.
Para los habitantes de la Ciudad de Guatemala, la noche del 14 de
julio de 1960, fue para recordar:
El Manicomio estaba sobre la Avenida Elena.
Se podían ver las largas filas de gentes humildes haciendo una cadena
en la que pasaban baldes y cubetas de agua. Frente a la 12
calle, un grupo de albañiles que con sus piochas intentaban romper los
muros coloniales, cuyo grosor impedía que los hombres consiguiesen
penetrarlo con facilidad.
Las sirenas de los Bomberos Voluntarios empezaban a oírse cuando ya
el pueblo de los barrios trataba que los enfermos, las enfermeras, las
monjas y algunos médicos no perecieran quemados.
Una heroína, Olimpia Hernández, enfermera, perdió la vida salvando a
los enfermos.
Atentantado de la Bomba a Estrada Cabrera
En 1907, cuando Manuel Estrada Cabrera llevaba poco más de nueve
años en el poder, un grupo de jóvenes profesionales, de familias
acomodadas, atentó contra su vida de manera fallida. Luego de una
virulenta persecución de varios días, cuatro de los conspiradores
(autores materiales del atentado) fueron copados por las fuerzas
del orden.
Después de un largo combate, fieles a un juramento entre
caballeros, se quitaron la vida de un balazo en la sien derecha,
para caer “sonrientes y de cara al Sol”.
Los hermanos Enrique y Jorge Ávila Echeverría, junto con Julio Valdés
Blanco, habían estudiado en Europa (abogacía, el primero; medicina,
los otros dos) en un período de efervescencia social. Si bien aquellos
movimientos eran contrarios a su modo de pensar, los tres veían en las
medidas de fuerza una necesidad para liberar a los pueblos
oprimidos.
Fue así como, desde París incubaron el sueño de derrocar al tirano.
De esa cuenta, a su regreso convocaron a una tertulia a varios hombres
de familias acomodadas, que en su mayoría no sobrepasaban los 30 años
de edad y empezaron a hablar de ultimar al dictador.
Después de aquel primer encuentro, en agosto de 1906, hubo
otros a los que se sumaron nuevos personajes comprometidos con la
idea.
Una vez eliminado el tirano, el comité conspirador establecería
amplias reformas a la Constitución y en las costumbres políticas.
Pretendían “crear un marco en el que se organizaran honradamente los
partidos políticos” y tomar, en definitiva, otra serie de medidas
tendientes a democratizar el ejercicio del poder y la participación
ciudadana.
Esto implicaba el restablecimiento de la libertad de imprenta, la solución de la situación económica y otras medidas que sanearían aspectos municipales, legales y jurídicos de la vida nacional.
Esto implicaba el restablecimiento de la libertad de imprenta, la solución de la situación económica y otras medidas que sanearían aspectos municipales, legales y jurídicos de la vida nacional.
Además de los ya mencionados, se involucra a Baltasar Rodil, Rafael y
Felipe Prado Román, Eduardo y Pedro Rubio Piloña, Francisco Fajardo,
José Pomés, Rafael Madriñán y Gustavo Ramírez, entre otros.
En las reuniones se barajaron varios métodos para eliminar a Estrada
Cabrera. Los Rubio Piloña se ofrecieron para ultimar al dictador tras
solicitarle una audiencia. Los Prado Román, magníficos tiradores,
propusieron una emboscada al cortejo presidencial.
Zeceña sugirió el levantamiento de un cuartel… Finalmente, se impuso
la propuesta de un atentado con dinamita hecha por Enrique Ávila
Echeverría, cuya personalidad y liderazgo convencían y contagiaban,
más que los argumentos.
Acordado el plan dinamitero, establecieron las fases del mismo
y organizaron comisiones.
También previeron la posibilidad de fracasar, remota según
ellos. Ante esta situación, acordaron que no les quedaría más opción
que el suicidio.
Se discutió, como punto de poca importancia, la forma de morir: un cartucho de dinamita en la boca para destrozar el cráneo; un balazo en la bóveda palatina, asegurando que era la muerte más rápida.
Se discutió, como punto de poca importancia, la forma de morir: un cartucho de dinamita en la boca para destrozar el cráneo; un balazo en la bóveda palatina, asegurando que era la muerte más rápida.
Después de sellar el pacto con un abrazo, pusieron manos a
la obra siguiendo los pasos trazados.
El plan consistía en hacer detonar una bomba al paso del cortejo
presidencial cuando se dirigiera a la Asamblea Constituyente para leer
un discurso, el 1 de marzo de 1907. Necesitaban mucho dinero, pero en
poco tiempo acumularon abundante capital, dadas las simpatías que
despertó la causa entre los de su clase.
Una comisión debía adquirir los materiales para fabricar la
bomba. Otra, sobornar a Patrocinio Mendizábal, cochero de Estrada
Cabrera, para que detuviera el carruaje en el punto donde estallaría
el artefacto.
Otros hablarían con Francisco Anguiano, primer designado a la
Presidencia, para que les entregara el poder luego de la muerte del
tirano. El miedo de Anguiano era la mejor garantía de su
silencio.
Rodil y Valladares buscaron una casa cerca de la Asamblea Nacional,
desde donde colocarían el explosivo. En el caso de que el mandatario
quedara vivo, los Rubio Piloña debían ultimarlo en el lugar del
atentado.
Pero, ese día, algo salió mal. Hay quienes aseguran que el dictador
no concurrió a la Asamblea Nacional; otros, que al momento de hacer
estallar los explosivos, no se pudo detonar la bomba.
El incidente desmotivó a algunos, pero la característica personalidad de Enrique Ávila hizo resurgir los ánimos.
El incidente desmotivó a algunos, pero la característica personalidad de Enrique Ávila hizo resurgir los ánimos.
Así las cosas, se optó por aprovechar los paseos de Estrada
Cabrera a La Reforma. Esta vez, se las agenciaron para obtener dos
casas, ubicadas en la séptima avenida entre 16 y 17 calles, desde
donde cavarían un túnel que les permitiera colocar la bomba justo
debajo de donde pasara el coche presidencial.
Los trabajos de excavación fueron arduos, por cuanto debían
utilizar herramientas livianas para no hacer ruido y despertar
sospechas entre los vecinos. En esta tarea participaron los Ávila
Echeverría, Valdés Blanco, Rodil, Madriñán y los hermanos
Prado.
Mientras tanto, Valdés Blanco vigilaba todas las mañanas,
desde su casa, la de Estrada Cabrera.
Esperaba la salida del coche presidencial y luego lo seguía
acompañado de don Rafael Prado.
Mientras, don Felipe, en una bicicleta, observaba lo mismo
para adelantarse, llevarle la noticia a Madriñán quien desde la
esquina haría la seña para la detonación. Estos movimientos se
realizaban todos los días, en espera de terminar la excavación y
colocación de la bomba y para hacerlos rutina y no despertar
sospechas.
El 29 de abril de 1907, a las siete de la mañana, casi dos
meses después del primer intento, al arrancar la caravana del
dictador, se desató en cadena la serie de pasos tantas veces
ensayados.
Al pasar el cochero frente a la marca en la pared acordada
para detener el paso, un movimiento brusco impidió que el carro se
detuviera. Un ruido atronador se hizo escuchar mientras una nube de
polvo se levantaba tras la explosión que destruyó la parte delantera
del coche presidencial.
No quedó claro si Mendizábal fue un héroe que ofrendó su vida por
la causa, o si no le develaron todos los detalles del atentado. La
tremenda sacudida causó daños a muchas casas, cobró la vida de
Mendizábal y serias heridas al primer jefe del Estado Mayor, José
María Orellana, quien custodiaba, a caballo, al
presidente.
Entre los escombros apareció el dictador, quien sobrevivió sin
mayores rasguños junto con su hijo Francisco.
Fácil fue dar con muchos de los nombres de los
conjurados.
De hecho, la juvenil temeridad de Enrique Ávila Echeverría le había
hecho dejar, entre la excavación, sus pantalones y su saco
fabricados en París con el nombre completo de su dueño.
Luego del atentado, Estrada Cabrera mató y atormentó a diestra y
siniestra, a sangre fría, incluso un año después del suceso. Cientos
de inocentes, incluidos mujeres y niños, fueron detenidos y
atormentados.
Varios de los conjurados y sus familiares fueron fusilados. La esposa de Valdés Blanco fue encarcelada y años más tarde, con la familia dispersa, terminó sus días en El Salvador.
Varios de los conjurados y sus familiares fueron fusilados. La esposa de Valdés Blanco fue encarcelada y años más tarde, con la familia dispersa, terminó sus días en El Salvador.
Poco a poco a poco se descubrieron los nombres de los cuatro
autores materiales, quienes se vieron obligados a realizar una
penosa peregrinación en busca de posada durante varios días.
Con la ayuda de Nery Prado, padre de los hermanos Prado
Romaña, encontraron alojamiento en casa de doña Piedad Rousellín,
luego en casa de doña Amelia Saborío de Romaña y, más adelante, en
la Legación de España, donde los asiló la esposa del embajador, don
Pedro de Carrere y Lembelle, quien se encontraba ausente. Allí
permanecieron tres días.
Luego se hospedaron con doña Francisca Franco, quien había
trabajado para los hermanos Ávila Echeverría. Y de ahí en casa de
doña Rufina Roca de Monzón, en el Callejón del Judío.
Y fue tras una reprimenda que le hiciera doña Rufina que la
empleada se vengó delatando a los conjurados ante su novio: un
soldado del Fuerte de Matamoros. Extremo que confirma Marta Peña,
actual moradora de la casa donde vivió doña Rufina, esposa de su
abuelo.
El lunes 20 de mayo marcaría el desenlace de este ominoso capítulo.
Aquella madrugada, los hermanos Ávila Echeverría, Julio Valdés Blanco
y Baltasar Rodil (quien ese día habría de contraer nupcias) se
preparaban para partir de aquella casa.
Pero, a las tres de la mañana, un golpe en la puerta anunció la llegada de sus perseguidores.
Pero, a las tres de la mañana, un golpe en la puerta anunció la llegada de sus perseguidores.
Doña Rufina, sus hijos, otros huéspedes así como la servidumbre se
refugiaron en el fondo de la casa, en tanto los cuatro hombres
avanzaron hacia el tejado.
En el camino, Valdés Blanco dio muerte de un balazo al coronel Urbano Moreno, quien comandaba el operativo.
En el camino, Valdés Blanco dio muerte de un balazo al coronel Urbano Moreno, quien comandaba el operativo.
Se inició un tiroteo que se prolongó hasta las seis de la mañana
cuando, sitiados y fatigados, los conspiradores optaron por cumplir
su juramento.
Aunque mucho se dijo sobre si se suicidaron o si se les dio muerte, la fotografía que quedó para la posteridad demuestra que, por la abundancia de sangre en el orificio, el disparo en la sien fue el mortal.
Aunque mucho se dijo sobre si se suicidaron o si se les dio muerte, la fotografía que quedó para la posteridad demuestra que, por la abundancia de sangre en el orificio, el disparo en la sien fue el mortal.
La tumba de los hermanos Echeverría Avila está ubicada en el
panteón No. 2, sobre la 1a. avenida del cementerio.
LOS CADETES:
SEGUNDO ATENTADO A MANUEL ESTRADA CABRERA
![]() |
Guillermo Heinke |
El 20 de abril de 1908, al presidente Manuel Estrada Cabrera le hace un
disparo a quemarropa el cadete Víctor Vega alcanzándole
únicamente el dedo meñique, acto que desencadena una serie de
fusilamientos en la Escuela Politécnica y posteriormente su cierre
completo.
Víctor Manuel Vega cumplía una promesa hecha a su novia.
Enfurecido, y a modo de terrible escarmiento popular, Estrada Cabrera
ordenó fusilar a prácticamente toda la compañía de caballeros cadetes a
la cual pertenecía el cadete Vega, a excepción de dos, Rogelio Girón y
Manuel Hurtarte, quienes fueron llevados a la penitenciaría central sin
darles razón alguna.
La Escuela Politécnica fue cerrada en 1912, y cuentan que, al tirano no
le bastó cerrar la institución armada sino que mandó a demoler sus
instalaciones y luego, quemó con gasolina los campos como para hacer
deshacerse de la maldición o maleficio.
La antigua escuela de cadetes estaba ubicada en las cercanías del
templo de la Recolección, en lo que se consideraba entonces las afueras
de la ciudad.
LA GENERACION DE 1920
Entre 1918 y 1920, el único centro de estudios superiores recibió el
nombre de Universidad Nacional Estrada Cabrera, con las facultades
de Derecho, Notariado y Ciencias Políticas y Sociales; de Medicina
y Cirugía, Matemáticas; Ciencias Naturales y Farmacia; Filosofía,
Literatura y Ciencias Especulativas, y Agronomía.
Durante el año que duró el gobierno de Manuel María Herrera que
sustituyó a la dictadura de Estrada Cabrera, se dio autonomía a las
facultades por el Decreto de la Asamblea Nacional Legislativa
del 4 de mayo de 1920 y se suprimió el nombre de Estrada
Cabrera.
Se nombró Rector de la Universidad Nacional al Jurista Salvador
Falla, quién fundó la Revista Universitaria, para divulgar el
saber científico, además pidió que: “se inculcara el amor a la
verdad, que en la institución se formara a verdaderos ciudadanos y se
desarrollara la Extensión Universitaria, impartiéndose pláticas
dirigidas a los agricultores, obreros, maestros, a las mujeres y a
los niños”
se restablecieron la “Asociación del Derecho” y la “Juventud Médica” desarrollando actividades científicas y
culturales que contribuían a las actividades académicas de la Universidad. Se fundó la Asociación de
Estudiantes Universitarios (AEU) el 22 de mayo
de 1920.
|
Facsímil del Acta de fundación de la AEU |
La generación de universitarios de 1920.
La Generación de 1920 fue un grupo de intelectuales y dirigentes
cívicos guatemaltecos, cuya actuación se ubica en los últimos años de la
dictadura de Manuel Estrada Cabrera y en la década que siguió a la caída
de éste.
Entre sus principales exponentes figuraron Alfredo Balsells Rivera,
Arqueles Vela, Carlos Samayoa Aguilar, David Vela, Luis Cardoza y Aragón
y Miguel Ángel Asturias.
Hacia 1920 surgen unos escritores jóvenes, que nacieron en los últimos
años del siglo XIX o en los comienzos del siglo XX.
Los escritores más importantes de esta década son:
Alberto Velásquez (1891-1968)
Miguel Ángel Asturias (1899-1974)
César Brañas (1900-1976)
Flavio Herrera (1895-1968)
Carlos Wild Ospina (1891-1956)
Tal como relata Epaminondas Quintana, en
un artículo del primero de marzo de 1963 en el diario "El Imparcial",
esta generación toma su
nombre a partir de:
|
Generación de los 20 |
|
Juan Olivero Nelson |
![]() |
Miguel Angel Asturias |
|
David González Saravia |
Primero: Fue bautizada así en París, por Miguel Ángel Asturias, Juan
Olivero y Epaminondas
Quintana, en el año de 1926 con ocasión de editar la revista Ensayos,
que el primero hizo perdedizo.
![]() |
Arturo Carrillo |
|
Javier Ralón Cabrera |
Segundo: Es la generación de estudiantes que asistió a la caída de la
más secular de las
tiranías centroamericanas (Estrada Cabrera 22 años), participó en la
lucha contra el tirano y
floreció luego en una Serie de actividades entonces revolucionarias (no
en el sentido político
sino cívico).
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Carlos Fletes Sáenz |
![]() |
Gonzalo Pérez Anleu |
Tercero: En efecto, uno de ellos firma el acta de los tres
dobleces; Piedra angular del movimiento libertador; otros 4
Integran la Junta Directiva central del partido Unionista y 200
desempeñaron comisiones, algunas riesgosas durante los 4 meses que duró
la lucha.
![]() |
Adán Serrano |
|
César Brañas |
Cuarto: Surgido el nuevo gobierno, por lo menos 40 de ellos ocupan
curules, subsecretarías o
direcciones generales.
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Héctor Aragón |
|
Roberto Valle Calvo |
Quinto: Hacen el Primer Congreso Centro Americano de Estudiantes.
Sexto: Fundan la Asociación de Estudiantes Universitarios
(AEU).
Séptimo: Editan la Revista Studium.
Octavo: Fundan la Universidad Popular.
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Oscar Clemente Marroquín Rojas |
![]() |
Muerte de Clemente Marroquín Rojas |
![]() |
Sepelio de Clemente Marroquín Rojas |
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Homenaje a Clemente Marroquín Rojas |
Noveno: Reorganizan la Juventud Médica y le dan un órgano
científico serio.
Décimo: La Juventud Médica hace los primeros intentos de divulgación
higiénica dando
cursillos de puericultura y editando impresos con normas de
alimentación infantil, profilaxis
venérea e higiene general.
|
Miguel Angel Asturias, Clemente Marroquín Rojas |
![]() |
Epaminondas Quintana |
Once: Declarada autónoma la universidad, ellos organizan propaganda
eficaz para hacer llegar
a la directiva de la Facultad de Medicina, a los elementos mas
preparados.
![]() |
Moisés Villagrán |
![]() |
Medinilla |
Doce: Logran representación de los estudiantes en la juntas directivas
de las facultades.
![]() |
David Vela |
Trece: Tramitan y logran la entrada libre de los antipalúdicos y los
antibióticos.
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Ernesto Cofiño |
![]() |
Ernesto Viteri |
Catorce: Logran reglamentación que permite la práctica de las autopsias
clínicas (antes
imposible legalmente).
Quince: Reorganizan la huelga de Dolores, dándole ya un carácter popular callejero y de mayor
trascendencia política y social.
|
Jorge Zepeda De León |
Dieciséis: Dan al órgano de la huelga el No Nos Tientes un relieve
popular nunca superado
antes y después.
![]() |
Nonostientes |
|
José Castañeda |
Diecisiete: Fundan la Asociación "Claridad" de tendencias socialistas y
editan un semanario del
mismo nombre.
Dieciocho: Fundan el grupo Vida y éste edita la revista del mismo
nombre.
Diecinueve: Editan el Semanario Ensayos de gran influencia política
y social.
Veinte: Crean, divulgan y arraigan en el alma popular “La Chalana”
canto de guerra, alegría y
definición política del estudiantado; que ameniza en la actualidad cada
fiesta nacional y
privada.
PIE DE LANA
Según se creía era un distinguido caballero de la época colonial, un
prominente hombre acaudalado que se llamaba don Juan de Montejo, que
bajo la cortina de la noche se convertía en el temible Pie de Lana,
apodo que le quedó porque se amarraba en los pies trapos para no hacer
ruido al caminar sobre el empedrado de las calles de La Nueva
Guatemala.
Pie de Lana según la tradición, tenía una de sus guaridas en el antiguo
cementerio, que se ubicaba en lo que hoy es el Mercado Central, una
tumba vieja era la fachada de ingreso a una amplia sala en el fondo de
la misma donde acostumbraban reunirse en las noches oscuras a repartirse
el botín después de dar algún golpe.
Pero al fin le llegó su día y fue juzgado y sentenciado a la horca, su
ejecución se llevó a cabo en un aguacatal que todavía existe atrás de la
Ermita del Carmen.
CARA DE ANGEL
Miguel "Cara de Angel"
Miguel Cara de Ángel es un seguidor del Presidente Manuel Estrada
Cabrera, el cual es utilizado para realizar acciones que no se pueden
ser conocidas por el público en general.
Su vida se verá profundamente transformada por la hija del General
Canales, Camila, que se convertirá en el amor de su vida. Se trata de un
hombre inteligente, que como la mayoría, prefiere no ver y plantearse
las situciones de su alrededor.
Es uno de los personajes principales de la novela EL SEÑOR PRESIDENTE
del premio Nóbel guatemalteco Miguel Angel Asturias.